La pornografía destruye tu sexualidad
La pornografía es tal vez uno de las prácticas más antiguas y aceptadas socialmente que más daño hacen a la verdadera masculinidad y sexualidad de los hombres. Es un arma de destrucción masiva que acaba de miles de hogares y afecta a millones de hombres que no saben por qué les pasa lo que les está pasando, sin nunca imaginarse que la raíz del problema tiene un nombre muy conocido: PORNOGRAFIA.
La pornografía: algo común
No vamos a hablar sobre lo que es la pornografía, pues como ya dijimos, es muy conocida por la sociedad. Algunos datos que nos ayudan a ver lo bien conocida que es la pornografía muestran que hay más de 500 millones de sitios web con contenido pornográfico y que se gastan cerca de US $3.000 por segundo, algo que de seguro afecta las finanzas de muchos hombres adictos a ésta, de los cuales muchos comenzaron consumiendo contenido gratuito pero que han sido llevados cada vez más a lo profundo de este oscuro y dañino negocio.
Así que, vamos a conocer un poco más los peligros de la pornografía y cómo enfrentarla.
La popular pornografía
- Mueve la increíble cifra de $4.9billones/año
- US $3.000 se gastan por segundo en internet
- 150 millones de búsquedas al día
- 500 millones de sitios pornográficos
Los peligros de la pornografía
Es altamente adictiva
Ya vimos que la pornografía es realmente común y que el internet ha sido un medio de expansión muy poderoso para la misma lo que la hace realmente peligrosa. Creer que algo es inofensivo porque todos lo hacen o mucha gente lo consume es un grave error. Que la pornografía sea popular no significa que sea buena, por el contrario, nos muestra que la pornografía es muy adictiva, y las adicciones hacen vulnerables a los adictos frente a sus dealers o proveedores. Cuando usted entra a este mundo, así esté consumiendo contenido gratuito, usted ha comenzado a estar a merced de los productores de pornografía a nivel mundial y pronto va a necesitar cierta cantidad de la misma como si fuera una dosis mínima vital.
Esta adicción atiende por igual a hombres de cualquier edad y condición: casados, solteros, con vida sexual activa o vírgenes, todos estamos expuestos a caer en este peligroso vicio. El 70% de los hombres entre los 14 y 25 años, por ejemplo, consumen pornografía al menos una vez al mes, y la mayoría de casos de adicciones en niños se da como daño colateral del consumo de pornografía por parte de sus papás, dañando la infancia, juventud y matrimonio de sus hijos.
Tiene consecuencias físicas
Mucho se habla del peligro de la pornografía pero poco se cuenta sobre sus consecuencias físicas, sí, físicas. Entre algunas de las duras consecuencias que tienen que afrontar los hombres que consumen pornografía se encuentran la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y la pérdida de apetito sexual, esta última termina supeditada al consumo de pornografía previo o durante una relación sexual.
Emocionalmente también nos afecta
Aunque comúnmente tendemos a ignorar las emociones de los hombres, los hombres estamos expuestos a dañar nuestras emociones en la medida en que consumimos pornografía. Este vicio va llevando a los hombres a cambiar su manera de pensar acerca de las relaciones sentimentales y de las maneras en las que se expresan las diferentes emociones que sentimos.
Para un consumidor de pornografía habitual, casual o social, o como quieras llamarlo, las personas comienzan a perder su verdadero valor y comienzan a convertirse en objetos para ser usados más que en personas para ser amadas. Terry Crews, confesando su adicción a la pornografía, cuenta cómo ésta lo llevó a simplemente pensar en que él era un hombre y el resto objetos para su satisfacción. Sus emociones resultaron dañadas y era incapaz de expresarlas sin que éstas estuvieran relacionadas con el sexo.
Destruye la hombría y capacidad de amar
El consumo de pornografía, además de dañar las emociones del hombre, destruye su hombría en dos sentidos: pierde su capacidad de amar y destruye su autoestima. Como vimos en el punto anterior, el hombre que daña sus emociones pierde su capacidad de expresar y experimentar el amor, pues las mujeres se convierten en simples objetos de satisfacción.
En este mismo sentido, el autoestima del hombre se ve afectada al querer llevar a la realidad las fantasías que la pornografía vende. Los cuerpos, tanto de hombres como mujeres, se guardan en la imaginación del hombre como modelos a encontrar, lo cual puede crear frustraciones que afectan la hombría, pues su definición como hombre sólo se va a basar en su desempeño sexual o en la cantidad de mujeres con quien pueda acostarse (o masturbarse) perdiendo importancia roles importantes como la paternidad o el desarrollo profesional o como esposo.
¿Cómo enfrentar a la pornografía?
Aceptar que hay que enfrentarla
Lo primero que una persona debe hacer para enfrentar la pornografía y ser libre de ésta es cambiar su manera de pensar y aceptar que la misma es una adicción, una que trae y traerá múltiples e incómodos problemas. La pornografía no es algo normal ni es algo que traiga beneficios a un hombre, esa es la verdad que debes cambiar en tu mente acerca de la pornografía. Mira el vídeo Carta a un adicto a la pornografía.
Enfrentar la vergüenza y pedir ayuda
El mayor engaño alrededor de las adicciones es que no es necesario pedir ayuda. Muchas veces este engaño se crea para protegerse de algo que es más difícil de enfrentar: la vergüenza. Hay que enfrentarla y vencerla. No hay otra opción con la vergüenza. Hay que dar este paso porque es la que nos mantiene cautivos de la adicción pornográfica. Una vez vencida, pedir ayuda es primordial.
Las adicciones, de todo tipo, son difíciles de vencer como llaneros solitarios, por eso es importante encontrar a alguien de confianza, confesar su adicción y tener el acompañamiento de alguien a quien usted le pueda rendir cuentas. Si usted es casado, su esposa debería ser una candidata muy opcionada a ser esa persona. ¿Por qué es importante confesar y tener alguien a quién rendir cuentas? Porque confesarlo, aceptarlo enfrente de alguien, te hace libre de algo que normalmente se mantiene oculto. Además, tener el acompañamiento de alguien es vital en este tipo de procesos porque la rendición de cuentas se convierte en una herramienta poderosa.
Cuidar el entorno
Nadie puede salir de un problema si no cambia su entorno, pues si queremos resultados diferentes necesitamos hacer las cosas de una manera diferente. Es necesario evaluar qué hace fácil que puedas consumir pornografía y qué situaciones te llevan a hacerlo para así poder parar esas situaciones. ¿Ves pornografía en tu celular? ¿Lo haces después de haber visto alguna imagen provocativa en una red social? ¿Consumes pornografía cuando has tenido un día difícil o cuando peleate con tu novia, esposa o con tus amigos? ¿Lo haces cuando se acaba una película sana y comienzas a canalear o hacer zapping y de pronto aparece una película porno? Estas son algunas de las preguntas que debes comenzar a hacerte para encontrar qué cambios hacer.
Por ejemplo, si la ves en tu celular, dale todas tus claves a tu esposa o padres para que puedan auditar constantemente tu smartphone; también es importante poner límites a su uso como apagarlo después de cierta hora o no usarlo cuando estás solo y la tentación pueda venir. Si, además, las redes sociales son un punto de partida, tienes dos opciones: cerrar tu cuenta o bloquear todos los amigos o cuentas que publiquen contenido sexualmente provocativo, esto incluye amigas que piensan que su red social es la misma de sports illustrated. Si el problema es el televisor, sácalo de tu cuarto y pónlo en un lugar común de la casa. Si lo haces para llenar un vacío encuentra maneras más productivas y efectivas de salir de esto como orar, leer un libro o la Biblia.
No estás solo
La adicción a la pornografía es más común de lo que crees. Millones de hombres luchan secretamente con ésta sin resultados positivos. Ya es hora de para, toma la decisión, comienza a vivir en libertad y a disfrutar de tu sexualidad en orden.