Un error muy común a la hora de buscar conocer cuál es mi verdadero propósito en la vida es limitarlo a un simple sueño. El otro, es pensar que lo encontraremos meditando y no actuando.
Una de las preguntas que todos nos hacemos en la vida es ¿Por qué estoy aquí? que normalmente nos lleva a preguntarnos ¿Para qué hago lo que hago?, preguntas que se resumen en una muy perseguida, recurrente y gran pregunta ¿Cuál mi propósito en este planeta?. Y esta pregunta no debe significar ningún problema, el problema nace cuando nos la pasamos años y años sin responderla, al punto que comenzamos a vivir en piloto automático, de pronto logrando sueños que teníamos, alcanzando metas que nos trazamos o simplemente satisfaciendo nuestro ego día tras día. Ser millonario, popular, todas estas cosas son simples sueños o anhelos que no te van a dar significado cuando los alcances. Conocer realmente el propósito es lo que te puede ayudar a que, al final, no llegues a la cima para darte cuenta de que pusiste tu escalera en la pared equivocada. Espero que termines llegues al final de este artículo y conocer herramientas que te ayudarán a descubrirlo. Este artículo tiene un enfoque cristiano, pero aunque no lo seas, será muy útil para tu vida.
Por muchos años planeé y me preparé para un sueño que pensaba era mi propósito: servir como Presidente de la República. Parece un cliché pero es verdad. Sin embargo, cuando recibimos el llamado con mi esposa para dedicarnos a servir tiempo completo en la Iglesia comencé a entender algo: no puedo nunca limitar mi propósito a un sueño o una meta. Entendí que el ser presidente, el ser pastor, el trabajar en la iglesia, no eran propósitos, pues un día podría decir «listo, ya soy Pastor ¿y ahora qué?» o tal vez «OK ya fui presidente ¿y ahora qué?». Con todo esto llegamos a una conclusión con Dios: queremos que nuestro propósito sea hacer la Voluntad de Dios. Ese es nuestro punto de partida para todo lo que soñamos hacer. Finalmente, Pablo nos enseña en 1 Corintios 10:31 que sea lo que sea que hagamos debemos hacerlo para la Gloria de Dios.
Ahora, no espero que te conformes sabiendo que hay un propósito general que es glorificar a Dios, lo cual da mucho significado a lo que haces, porque entiendo que también esperas saber si hay un propósito específico para ti en esta tierra, finalmente para eso es este artículo. Bien, pues en efecto, cada uno de nosotros tiene un rol específico que jugar en este mundo. Todos somos diferentes y en la riqueza de las diferencias está la certeza de que tenemos un propósito para cada uno de nosotros.
Con mi esposa hemos descubierto, y va un poco en contra de lo que muchos enseñan sobre propósito, que el propósito es dinámico, es decir, no existe un propósito específico único que debas cumplir sino que éste evoluciona, crece contigo, con lo que yo soy, puedo entender que puedo cumplir propósitos específicos en momentos y lugares específicos con personas o contextos específicos. Hoy estamos en el trabajo A, pero sabemos que mañana estaremos en otro lugar o trabajo en un contexto diferente en el cual Dios nos llevará a cumplir un propósito específico que tiene con nosotros.
Descubriendo mi lugar específico
Después de este contexto que nos ayuda a entender un poco más el concepto de propósito, aquí les voy a dar tres tips para conocer su propósito específico:
1. Rick Warren nos enseña algo muy importante a la hora de descubrir mi propósito y es entender qué parte del cuerpo soy, o sea, quién soy en medio de este todo al cual pertenecemos. Él lo define como SHAPE (Spiritual Gift, Heart, abilities, personality and experiences). Lo primero es conocer cuáles son esos dones, esa capacidad con la que has sido dotado. Lo segundo es reconocer cuál es esa pasión que te mueve, qué es lo que enciende tu corazón, es lo que yo defino como «lo que estás dispuesto a hacer gratis». Después de esto, es importante identificar tus talentos, para qué eres realmente bueno, y un «no tengo ninguno» no es una respuesta válida. Lo cuarto es conocerte, conocer tu carácter, tu temperamento. Y por último, es importante que evalúes tu experiencia; todo lo que has vivido es importante y aporta a lo que tú eres y a lo que puedes hacer en esta tierra. Todo esto te permitirá conocer tu SHAPE, tu forma, quién eres y para qué puedes ser realmente significativo. Puedes leer más sobre esto en los siguientes links
2. El segundo consejo es que identificas que es lo que realmente te molesta. Qué es eso que te hace llorar. Esa situación que cuando la ves o la recuerdas te pesa muchísimo, tanto, que quisieras salir corriendo a hacer algo para cambiarla. Eso va a ser muy importante para encontrar cuál es tu propósito. Algunos ejemplos son los ancianos abandonados, niños abusados, familias en extrema pobreza, la corrupción, los malos gobernantes, la trata de personas, los abusos bancarios, los hogares que se divorcian, en fin, tú sabes qué es eso que te hace llorar
3. Por último, házlo. No te quedes quieto pensando cuál es tu propósito. Sal de tu caja y muévete a practicar tu SHAPE, a ponerla al servicio de una causa relevante para ti. De hecho, la mayoría de veces encontramos nuestro propósito en la acción y no en la meditación.
Recuerda, todos tenemos un propósito general pero también un propósito específico que es dinámico y evoluciona contigo. Y me gustaría repetirte algo: no te quedes meditando, encuentra tu propósito actuando.