Nada peor que llegar a la cima y darnos cuenta que escalamos en la pared equivocada
En los últimos años he conocido diferentes casos de personas frustradas en posiciones laborales importantes. Una cifra publicada por la Revista Diners muestra que el 70% de los colombianos no están satisfechos en su trabajo. ¿Es el dinero más importante que el propósito?
Uno de los casos que sonó bastante en Latinoamérica fue la renuncia del ex-presidente de Bancolombia, Carlos Raúl Yepes, quien tuvo como motivación para renunciar una carta de su hija. El caso de Carlos Raúl Yepes nos dejó una gran enseñanza: el tiempo con la familia vale más de $60 millones al mes. Como él, hoy hay miles de personas que han comenzado a pesar el verdadero valor de su salario en su vida. No hay nada peor que invertir años de carrera profesional en algo que no le apasiona. Trabajar en lo que le apasiona seguramente vale mucho más que un buen salario en algo que usted no ama hacer.
Sin duda, cada uno de nosotros ha sido creado, diseñado y equipado para un propósito de vida. El problema es que muchos andan hoy en las oficinas sin saber cuál es ese propósito. Una clave para comenzar a identificarlo es siendo sincero consigo mismo y tener claro qué le apasiona hacer. La pregunta clave que le ayudará a aclarar esa pasión es ¿Qué estaría usted dispuesto a hacer gratis? ¿Cuál sería esa labor que usted podría hacer sin un salario? Si su respuesta es diferente a su actual trabajo, parece que es hora de comenzar a ver si su plan de carrera está bien encaminado o no. En otras palabras, si puso la escalera en la pared correcta.
¿Por qué trabajar en lo que me apasiona y no en donde más gano?
Una de las principales consecuencias de trabajar por dinero y no por pasión es el sentimiento de insatisfacción e infelicidad. Vivir infeliz por culpa del trabajo es tener que pasar la mayor parte del día en un lugar en el que usted no quiere estar. Esto, en consecuencia, traerá frustración, estrés, irritabilidad, depresiones, entre otras situaciones, que al final se traducirán en el deterioro de su salud física y mental. En una ocasión yo fui víctima de una situación así, en la que tuve que ir a terapias físicas por espasmos musculares durante tres semanas, llegando a reflexionar «finalmente el salario me lo estoy gastando en terapias para solucionar un dolor causado por mi trabajo. O sea, trabajo para pagar mi salud».
De otro lado, las personas que trabajan en lo que realmente les apasiona lo hacen con excelencia. Hacer lo que le apasiona, lleva a una persona a querer pasar todo el tiempo posible en sacar adelante un proyecto determinado. La falta de pasión, por el contrario, trae resultados mediocres o que no llenan o satisfacen a quien los alcanzó, bajando la productividad y la consecución de nuevos retos para su empresa.